Esta es una historia que describe uno de los pensamientos más hablados dentro de la cultura mexicana en general, pero que sobre todo proviene de los pueblos indígenas, el aire; el cual es un concepto que hemos oído hablar (por lo menos yo sí) de nuestros abuelos y de nuestros padres y se refieren a un estado de enfermedad causado por este famoso aire. Y justo el cuento habla de un muchacho desobediente,
"siempre que podía se escapaba de sus labores de cuidar animales a jugar por los cerros" (Casanova,2001),
y por andar merodeando por esos lugares se le pego un aire, el cual lo hizo enfermarse, y la única con conocimientos necesarios para curarlo es la curandera del pueblo, sin embargo, el muchacho desobediente no tuvo la fortuna y termino falleciendo por el aire, esto habla de lo poderoso y aterrador que puede ser el aire y que muy pocos tienen el conocimiento para hacerle frente, el aire pues, es algo que los pueblos indígenas y muchas mamás en México se toman muy en serio, y si te da aire, pueden desde untarte un huevo hasta lanzarte escupitajos de hierbas con mezcal.
Pablo González Casanova, Cuentos indígenas, Miguel León-Portilla (prólogo), 4a. edición, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas , 2001, XXXIII+120 p. (Serie Cultura Náhuatl. Monografías, 7).
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